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Karen y Alicia, dos alumnas vegetarianas de Zaragoza comprometidas con los animales

16 Ene 2017

¿Cuáles son los problemas a los que se enfrentan nuestras alumnas a la hora de adoptar una forma de vida sin explotación animal? ¿Por qué deciden dejar de consumir productos de origen animal? ¿Cómo responden los compañeros y las familias ante esta decisión?

Karen M. y Alicia, dos alumnas vegetarianas de un instituto público de Zaragoza, nos responden a estas preguntas en una doble entrevista. Primero Alicia pregunta a Karen y después, Karen a Alicia.

Karen y Alicia, dos alumnas comprometidas comprometidas con los animales.

Karen y Alicia,

Alicia: ¿Qué o quién te incentivó para hacerte vegetariana?
Karen: Todo empezó cuando estaba en 6º de Primaria. Una profesora de Ciencias Naturales nos puso un documental sobre el impacto medioambiental que producía la industria cárnica.
Ese documental me abrió los ojos y decidí informarme más por mi cuenta. Llegué a la conclusión de que no sólo se producía un daño ecológico, sino también un maltrato y sufrimiento para que ese animal llegase hasta mi plato.
Desde ese momento deje ver a los animales no como objetos, sino como individuos.

A: ¿Cuál fue la opinión de tu familia? ¿Les pareció bien o te pusieron pegas?
K: Mi madre siempre ha sido muy permisiva con las decisiones que tomo y no fue muy difícil convertirme en vegetariana.
Sí que es verdad que en un principio se mostró preocupada por las carencias nutricionales.
Afortunadamente, poco después conseguí que mi madre y mi hermana se convirtieran al vegetarianismo.
A: ¿Tus compañeros y compañeras entienden tu decisión?
K: Nunca he tenido problemas con los compañeros por ser vegetariana, al contrario, ha sido un mecanismo para conocer gente con ideologías similares.

A: ¿Tienes pensado hacerte vegana en un futuro?
K: Sí, me gustaría reducir al máximo posible todo lo que este vinculado con el maltrato animal. Los huevos y la leche no los matan directamente, pero es un mecanismo de explotación, donde se produce un maltrato físico y sobre todo emocional, porque al igual que cualquier otra madre sufre cuando se les arrebata su hijo.
Yo consumo lo mínimo de leche y los huevos los como ecológicos y conozco la situación de las gallinas. No obstante, en un futuro tengo planeado convertirme definitivamente al veganismo.

A: ¿Has notado algún cambio al dejar de consumir animales?
K: A nivel físico, me enfermo menos que antes, me siento más saludable y me mantengo en mi peso a diferencia de cuando consumía carne, que solía tener unos kilos de más.
Pero lo más importante es el cambio psicológico y emocional que ha aportado a mi vida, me siento mas feliz y tranquila sabiendo que ya no consumo la agonía de seres inocentes. Muchas personas piensan que es una simple dieta, pero en realidad es una forma de vida basada en el respeto y amor por todos los animales no humanos.

A: ¿Qué le dirías a alguien que quiere hacerse vegetariano/a pero no se atreve a dar el paso? ¿Y los padres que no dejan a sus hijos hacerlo?
K: Yo le diría que se animase a dar el paso, que como todos los cambios en un principio tienen su dificultad, pero aunque él/ella crea que es una decisión personal, que sólo le afectará a él/ella, en realidad afecta a la vida de todos los animales que mueren día a día para que puedan estar en nuestros platos. Tu decisión es un granito de arena para conseguir la liberación animal.
A los padres les aconsejaría primero que se informasen sobre el porqué de la decisión de sus hijos, antes de negarse rotundamente.
Si lo que les preocupa son las carencias nutricionales, que busquen alternativas que puedan sustituir las proteínas animales.

A continuación, mostramos la entrevista que hace Karen a Alicia.

Karen: ¿Cómo fue tu transición al vegetarianismo? ¿Fue fácil o difícil?
Alicia: Mi transición ha sido muy lenta y progresiva, ya que a mis padres no les terminaba de convencer. Por lo demás, ha sido fácil, pues nunca me ha gustado la carne. De hecho, desde que no consumo animales, como muchísimo mejor, más sano y más variado.

K: ¿Desde cuando eres vegetariana y cómo tomaste la decisión?
A: Hará unos 4 ó 5 años que empecé a dejar de comer algunos tipos de carne. Desde entonces, he ido dejando de comerla progresivamente, hasta hacerme pisci-vegetariana y poco después, vegetariana totalmente. Hace unos 2 ó 3 años dejé la leche de vaca, para pasarme a las leches vegetales. Me gustaría hacer la transición al veganismo próximamente.
La razón principal fue que siempre me han gustado mucho los animales, y comerlos no me parecía bien. De pequeña decía que me daba mucha pena y que no me los podía comer. Además de que el sabor y la textura tampoco me gustaban.

K: ¿Qué encuentras más difícil en relación a ser vegetariana? ¿Y lo más fácil?
A: Lo más difícil es comer fuera de casa, aunque cada vez encuentro más opciones. Organizar las comidas en casa también se hace complicado a veces, porque si mi familia come carne o pescado, a mí me tienen (o me tengo) que hacer otra comida distinta.
Lo más fácil es saber que no estás privando a nadie de su derecho a la vida. No tienes que sentirte culpable por lo que estás comiendo, creo que es algo muy gratificante.

K: ¿Ha habido algún momento en que tu compromiso se haya tambaleado, es decir, hayas dudado en seguir con la dieta?
A: No, no ha habido ningún momento en el que la haya interrumpido. Sí es verdad que cuando te encuentras en la situación de que vas con amigos o con tu familia a un restaurante y no tienen opciones vegetarianas, pues te puedes sentir “culpable” porque “tenemos que ir a otro sitio sólo por mí”.
Pero si lo piensas fríamente, es una decisión que has tomado siguiendo tus propios ideales, y además es una decisión que no hace daño a nadie, todo lo contrario. Así que no hay que sentirse culpable.

K: ¿Has tenido deficiencias alimenticias desde que eres vegetariana?
A: No, ninguna. Desde que no como animales me encuentro mucho mejor, sigo teniendo la misma energía y puedo hacer deporte perfectamente, al igual que cualquiera de mis compañeros de clase. Es cuestión de saber encontrar los nutrientes necesarios en alimentos de origen vegetal. Si se hace correctamente, no tienes por qué tener ningún problema.