Fuente: eldiario.es
El encuentro de ‘toreo de salón’ celebrado en la Plaza del Altozano de Albacete, centro de la ciudad y a escasos metros del Teatro Circo donde María Dolores de Cospedal y José Ignacio Wert inauguraron el I Congreso Internacional de Tauromaquia, ha dejado imágenes polémicas por el uso de niños para enseñarles cómo se torea, las prácticas taurinas y el matar toros. Niños desde dos y tres años hasta siete u ocho sostenían capotes imitando las figuras que han visto.
Este encuentro nace principalmente de aficionados locales de Albacete, como los integrantes de la escuela taurina de la ciudad así como otros aficionados taurinos de localidades como Hellín o Tobarra que han aprovechado para promocionar eventos taurinos que se celebrarán en esas ciudades próximamente. En la Plaza del Altozano se han congregado unas 80 personas de los cuales realizando movimientos de capote y espada había poco más de una decena, ocupando poco más de un cuarto de lo que es la plaza.
El uso de menores para enseñar este tipo de eventos ha sido muy criticado por diversos colectivos, principalmente por «vender» a los niños el torear como un juego para que puedan posar para fotografías como si fueran matadores. Algo que además se ha hecho con ayudas públicas en localidades como Daimiel (Ciudad Real) o Caudete (Albacete) recientemente llevando a escolares a conocer «el arte del toreo» esperando también que «salgan futuras estrellas del toreo y se empiecen a relacionar con los trastos taurinos», según los organizadores.
Los pequeños no dejan de hacer lo que pueden ver en televisión o prensa, los movimientos de los toreros mientras los padres y familiares les hacen fotos y vídeos. El más atrevido incluso se ha enfrentado a unos cuernos (de los que se usan en las escuelas taurinas para practicar) haciendo determinados pases con el capote, mientras los mayores realizaban ejercicios de pases.
Colectivos ecologistas, animalistas e incluso políticos han increpado muchas veces el uso de niños en los toros, al considerarlo una práctica brutal por la muerte de un animal, mientras que piden que con dinero público se deje de pagar esta afición y sean los propios aficionados quienes, si quieren celebrar esto, lo hagan como cualquier organización costeándose su afición sin emplear dinero público en algo que, demostradamente, divide la sociedad.
Mientras que el encuentro de ‘toreo de salón’ se ha celebrado a las puertas del viejo Ayuntamiento y a metros de la sede central del congreso, el Teatro Circo, la concentración animalista convocada no ha recibido permiso para hacerlo y se les ha concedido una localización a 500 metros del evento.