Profesor de Filosofía Moral en la Universidad de Santiago de Compostela y activista antiespecista, Óscar Horta ha publicado numerosos artículos sobre ética animal y es autor del blog http://masalladelaespecie.wordpress.com.
Esta entrevista, entre otros aspectos, recoge la importancia de la formación teórica del docente si quiere transmitir al alumno un mensaje coherente que muestre a los animales como individuos con intereses y no como recursos.
AULA ANIMAL: ¿Crees que el tema del respeto a los animales debe ser tratado en las aulas a edades tempranas o, por el contrario, se debe esperar?
OSCAR HORTA: No tengo dudas de que tratar esta cuestión a cualquier edad es positivo, incluyendo las edades tempranas. Es cierto que la educación que se les haga a edad muy temprana puede acabar siendo echada por tierra en gran parte por la influencia que tiene en los niños el especismo socialmente vigente. Por este motivo, si tuviese que elegir una edad idónea para educar en esta cuestión, optaría por la adolescencia. No obstante, toda educación en el tema que se haga también a otras edades es positiva, no cabe duda.
AULA ANIMAL: ¿Cómo reaccionan los alumnos y los profesores ante las ideas que planteas sobre los animales no humanos?
OSCAR HORTA: He visto todo tipo de reacciones, tanto entre alumnos y alumnas como entre compañeros de trabajo y antiguos profesores. Entre los alumnos y alumnas lo normal es que un grupo amplio simplemente se manifieste más o menos indiferente. Con todo, hay una minoría muy receptiva de personas que ya estaban concienciadas de antemano o que se conciencian durante el curso. Varía mucho, aunque puede estar en torno a un 10% del alumnado, a veces más, a veces menos. Entre estas personas no es extraño que haya quien cambien su modo de vida por otro más acorde al respeto a los animales. Y hay también una minoría que es hostil a todo esto. Algunos de estos buscan argumentar a favor de la discriminación de los animales, si bien lo normal es que no lo hagan, y simplemente respondan con tópicos, reacciones absurdas o, por qué no decirlo, con simples tonterías. Otras veces no responden en absoluto (al menos abiertamente), y en ocasiones hay alumnos que mienten fingiendo interés por el tema cuando en realidad les da igual. En muchos casos no me han criticado a la cara, pero sé que lo han hecho a mis espaldas.
En cualquier caso, hay que decir que en el mundo académico en general la actitud es de hostilidad. Quienes nos dedicamos a la ética animal tenemos dificultades para conseguir trabajos dando clase o como investigadores o investigadoras porque este tema es comúnmente considerado trivial, y a menudo incluso muy mal visto.
AULA ANIMAL: En el curso para docentes sobre Educación en el respeto animal, incluímos una sesión teórica que reflejaba la forma de ver a los animales de distintos filósofos (Aristóteles, Descartes, Kant, Savater, Bentham, etc). Pero también mostramos las ideas que manteníamos los organizadores, tales como equiparar el especismo con el racismo, o defender que el valor de una vida no está relacionada con la especie del individuo. Todo ello generó una cierta polémica: una persona nos sugirió al final del curso que eliminásemos los contenidos teóricos de formación del profesorado que trataban el veganismo y las ideas en que se apoya. ¿Crees que deberíamos hacerlo? ¿Crees que un docente puede educar en el respeto a los animales adecuadamente sin conocer estas ideas?
OSCAR HORTA: Comenzando con la primera pregunta, yo creo que es excelente que se hable de eso, y lo veo una parte crucial de toda la cuestión. Otra cosa es que te pongan como condición sine qua non para dar un curso el que no hables de veganismo. En ese caso puedes dar los contenidos sin hablar de ello explícitamente en principio, ¿por qué? Pues porque de todas maneras va a dar igual, porque si presentas de forma completa los argumentos generales para considerar a los animales no humanos el veganismo va a acabar saliendo casi seguro en la conversación (o esa al menos es mi experiencia), incluso aunque el curso se lo estés dando a niños. Se puede presentar el tema de forma que al final los propios niños y niñas se den cuenta del asunto y saquen el tema (y claro, si son ellas y ellos quien sacan el tema, les tendréis que responder…).
En lo que respecta a la segunda pregunta, creo que alguien que no conozca qué es el veganismo y su base moral puede dar unos ciertos contenidos que traten acerca del respeto a los animales. Pero no puede tratar la cuestión de la forma más completa y correcta, que es, a mi entender, la deseable.
AULA ANIMAL: ¿Cómo responderías a aquellos que piensan que el valor de la vida de los demás animales no pueden compararse al valor de la vida de los humanos? ¿A qué crees que se debe esta forma de pensar?
OSCAR HORTA: Comenzaré por la segunda pregunta. El motivo por el que tanta gente considera que los animales de especies distintas a la nuestra son poco más que cosas sin un interés en vivir como el nuestro es, simplemente, que todos y todas hemos crecido en sociedades especistas. Se nos enseña desde que nacemos que los animales no humanos son inferiores a los humanos, y que su explotación está plenamente justificada. Y esto se manifiesta también, por supuesto, en la práctica: nos enseñan a utilizar a los animales para nuestro disfrute desde que nacemos y nos acostumbramos a hacerlo. Así, es normal que casi todo el mundo acabe pensando así. De hecho, la mayoría de la gente no es que sea cruel con los animales no humanos en el sentido de querer hacerles daño. Simplemente, lo que sucede es que no los tienen en cuenta y, como quieren utilizar ciertos productos y servicios de origen animal, hacen que estos animales mueran y sufran terriblemente.
Ahora bien, que casi todo el mundo piense algo no quiere decir que sea lo más acertado. Para ver si es así hay que pensar, ¿qué razones podemos tener para pensar esto? Mucha gente simplemente asume que los intereses de los seres humanos son más importantes porque sí. Pero el mero hecho de pertenecer a una cierta especie no puede ser una razón para no respetar a alguien, pues constituye una circunstancia biológica arbitraria. Ante esto, a menudo se piensa que hay que respetar únicamente a los humanos porque ellos son los únicos que tienen ciertas capacidades intelectuales. Pero este argumento no tiene éxito. En primer lugar, hay un gran número de seres humanos que no poseen tales capacidades, como los niños de corta edad, aquellos que han sufrido lesiones cerebrales, etc. En segundo lugar, respetar a alguien es tener en cuenta cómo podemos dañar o beneficiar a ese alguien. Por ese motivo, tiene mucho sentido pensar que lo que se debería tener en cuenta es la capacidad de ese individuo de ser dañado o perjudicado. Y lo que hace que alguien tenga esa capacidad es que pueda sufrir y disfrutar. Por lo tanto, habría que dar pleno respeto a todos aquellos animales que sufren y disfrutan. Respetar solo a los seres humanos, o tratar a los animales no humanos de forma desfavorable en relación a estos es una forma de discriminación. Esto supone que hay que tener en cuenta todos los intereses de los animales no humanos, incluyendo su interés en vivir. Al matar a alguien, se le priva de todas las posibles experiencias positivas futuras que podría tener. Por ello, no puede afirmarse que solo tenga valor la vida de los humanos, o que esta sea incomparablemente más valiosa que la de los demás animales. Todo ser que pueda tener experiencias positivas, esto es, que pueda disfrutar, es dañado cuando le quitan la vida. Por eso debemos tener en cuenta el interés en vivir de todos los animales, como queremos también que se tenga en cuenta el nuestro propio.
AULA ANIMAL: A lo largo del curso tratamos de mostrar la diferencia entre una ideología ecologista y una visión de derechos animales. Pero tenemos la sensación de que no hemos conseguido transmitir adecuadamente esta idea a todos los asistentes. Tú has tratado el tema en múltiples ocasiones. ¿Puedes explicar la diferencia entre estas ideologías? ¿Crees que ambas ideas se complementan o se contradicen?
OSCAR HORTA: Yo creo que se contradicen. Se distingue comúnmente a los individuos, por una parte, y al entorno que los rodea, por otra. El ecologismo se ocupa del entorno. Cuando se piensa que el respeto a los animales no humanos es parte de nuestro entorno lo que se está haciendo es ver a los animales como parte del medio que nos rodea a los sujetos. Sin embargo, la consideración moral de los animales implica una posición totalmente distinta. Lo que supone es dejar de ver a los animales no humanos como hace el ecologismo, esto es, como meras partes de nuestro entorno, y pasar a verlos como individuos como nosotros. También sufren y disfrutan, también tienen experiencias, y son por ello sujetos, como lo somos nosotros y nosotras. Por lo tanto, no forman parte del entorno que rodea a los individuos, sino que son individuos. Aquí radica la diferencia fundamental con el ecologismo.
De este modo, se entiende que lo que hace el ecologismo es defender la conservación del entorno, mientras que una visión que respete a los animales lo que hace es defender a estos en tanto que individuos con la capacidad de sufrir y disfrutar.
Esto tiene consecuencias prácticas muy importantes. El ecologismo a menudo defiende políticas que ocasionan daños muy considerables a los animales no humanos por el bien de los ecosistemas o la biodiversidad. Esto sucede, por ejemplo, cuando se llevan a cabo matanzas de animales para restaurar un cierto equilibrio medioambiental, o la conservación de ciertas variedades o especies. El ecologismo no solo defiende esto a un nivel teórico, sino que lo promueve activamente en la práctica. Aquí os enlazo algunos ejemplos recientes:
1. Matanza de lobos por su mestizaje con perros, en aras a la «pureza racial» de estos animales: http://www.publico.es/ciencias/408416/el-sexo-del-lobo-iberico-con-perros-amenaza-su-pureza-genetica
2. Matanza de muflones para erradicarlos en el Tajo por no ser una especie autóctona. http://www.elperiodicoextremadura.com/noticias/extremadura/la-junta-autoriza-caza-del-muflon-en-tajo-internacional-para-erradicarlo_556261.html
3. Ante todo esto, comunicado de organizaciones defensoras de los animales contra la matanza ecologista de animales de especies por motivos conservacionistas:
4. Y aquí un estudio mucho más detallado (solamente está en inglés, por desgracia), presentando toda una serie de matanzas de animales por motivos ecologistas llevadas a cabo en California y otras partes de EEUU, y explicando por qué debemos oponernos a los argumentos que se dan para llevar estas a cabo:
http://digitalcommons.calpoly.edu/bts/vol13/iss4/3/
Desde una posición que respete a todos los animales sintientes, esto es inaceptable. Nunca se aceptaría masacrar a seres humanos con el fin de defender la conservación del medio ambiente, o para impedir que se perdiese una “variedad étnica” humana o de otro animal. Esto solo se hace en el caso de otros animales. ¿Por qué? Es una pregunta fácil de responder: por simple y puro especismo.
Por otra parte, aunque los ecologistas, como vemos, están a favor de intervenir en la naturaleza por fines conservacionistas, se oponen a hacerlo para ayudar a los animales, pues eso lo consideran “no natural” (a pesar de que las intervenciones conservacionistas tampoco lo sean). Sin embargo, si tenemos en cuenta los intereses de los animales, y buscamos respetarlos como nos gustaría que lo hiciesen en nuestro caso, favoreceremos también que se ayude a los animales en aquellas situaciones en las que lo necesiten y nos resulte posible echarles una mano sin dañar más a otros. Hay muchas formas en las que esto puede hacerse. Enlazo aquí algunos ejemplos:
1. Asistiendo a un koala en un incendio: http://wildfiretoday.com/wp-content/uploads/2009/02/Koala.jpg
2. Rescate de animales en unas inundaciones en Australia: http://wombates.wordpress.com/2011/02/12/inundaciones-y-animales/
3. Rescate de una cría de elefante y su madre de una poza de barro en la que morirían de sed o devoradas por otros. Para hacerlo, quienes los ayudaron tuvieron que saltarse las directrices ecologistas que dictan no intervenir:
http://www.bbc.co.uk/mundo/video_fotos/2011/11/111110_galeria_elefantes_rescate_aa.shtml
4. Aquí se muestra cómo se ayuda a salvar a algunas ballenas encalladas. Los ecologistas apoyan en este caso esta medida por ser las ballenas animales escasos; quienes defendemos a los animales la apoyaríamos igualmente aunque no fuese así, debido a sus intereses: http://www.antena3.com/noticias/mundo/veintidos-ballenas-varadas-mueren-playa-nueva-zelanda_2012012300076.html
5. Este es un informe sobre los progresos en Norteamérica de la vacunación de la rabia en animales salvajes. Se hace por motivos antropocéntricos, pero muestra que es factible hacerlo también por los animales. Y también sería posible hacerlo en el caso de otras enfermedades. (El informe está solamente disponible en inglés, pero es suficiente para ver que es factible llevar esto a cabo): http://www.ncbi.nlm.nih.gov/pubmed/15896404
6. Y aquí se relata como un grupo de primatólogas y primatólogos ayudaron a una comunidad de chimpancés vacunándolos contra la poliomielitis y proporcionando alimento a quienes ya habían contraído esta enfermedad (que, de lo contrario, morirían). Esto fue muy criticado por interferir en el “transcurso natural” biológico, aunque todo el mundo la apoyaría si se tratase de seres humanos. (de nuevo, la noticia solamente la he visto disponible en inglés, pero vale como prueba de lo factible que es ayudar a los animales): http://www.achievement.org/autodoc/page/goo1int-3
Todos estos son casos puntuales que ilustran lo que la consideración por los animales no humanos plantea, y que ejemplifican de forma general la contraposición entre el antiespecismo y el ecologismo.
AULA ANIMAL: ¿Qué consejo darías a los educadores para fomentar el respeto a los animales? ¿Cómo crees que debe enfocarse el tema en las distintas edades?
OSCAR HORTA: En cuanto a cómo enfocar la tarea, el hecho es que yo no soy educador, con lo que no puedo hablar con ninguna autoridad sobre el tema. Solamente puedo mencionar algunas ideas que creo que pueden ser de utilidad, no tanto con respecto al enfoque o la metodología como en relación a los objetivos a buscar. Entiendo que estos dependen de la edad.
En primer lugar, en cuanto a lo que sucede en las edades más jóvenes, en Primaria (y sobre todo en los primeros años), creo que la clave radica en dos puntos. Esto es, habría dos tareas que intentar cumplir.
Se ha señalado a menudo que los niños y niñas tienen generalmente una simpatía por los animales no humanos. Esa simpatía se ve posteriormente anulada por el influjo especista que sufren en su contexto. Por ello, pienso que la primera gran tarea consiste en buscar la forma de vacunarlos de algún modo contra ese influjo. En conseguir que sigan atesorando esa simpatía, en que aprendan a defenderla de influjos externos.
En segundo lugar, el otro aspecto crucial radica en que puedan ver la realidad de aquello hacia lo que sienten simpatía. Es crucial en esto conseguir despertar su curiosidad hacia qué es lo que les pasa a los animales. La dificultad a superar aquí radica en conseguir que los niños y niñas se pregunten realmente dónde hay animales y por qué, de dónde vienen cada uno los productos y servicios de origen animal y por qué. Puedo contar sobre esto algo relativo a mi propia vida que ilustra esto. Yo crecí en una ciudad costera donde es común comer animales como camarones o cangrejos (que son llamados “mariscos”). Pero cuando era un niño pequeño un día que los vi cociéndose vivos en una olla, intentando huir. Horrorizado y empatizando con ellos decidí dejar de comerlos. Sin embargo, continué durante años comiendo otros animales, porque fui incapaz de hacer la conexión o simplemente no me pregunté qué le pasaba a los demás animales. Esta dificultad para hacer la conexión, y esta ignorancia de la realidad de los animales, que por supuesto es totalmente común en otros niños, es de lo que hablo aquí.
En edades más avanzadas, es habitual que esa simpatía que parece innata a la que he apuntado arriba haya dejado ya de estar presente por el influjo especista del que he hablado. Pero, aun así, la capacidad de empatizar continúa estando presente, y sucede que en este periodo hay nuevas oportunidades. Eso es así porque en estas edades se pueden ya comenzar a examinar en las aulas argumentos con un mayor nivel de complejidad y sofisticación. No hay razones que justifiquen el especismo. Esto puede ser complicado de tratar en un aula con niños y niñas de corta edad, pero según pasan los años es algo que puede ser tratado y debería serlo.
En cualquier caso, como ya he dicho arriba, dado que mi formación no es como educador, debo ser muy modesto con mis comentarios acerca de esta pregunta, aquí me he limitado a plantear algunas ideas muy generales y nada ambiciosas.
Finalmente, querría terminar diciendo que hay algo que creo que es fundamental, y es que no hay que tener miedo en difundir el antiespecismo en cualquier situación. Una de las manifestaciones del especismo consiste en la hostilidad hacia quienes lo cuestionan. Esta a menudo no es fácil de llevar. Los educadores y educadoras pueden tener que enfrentarse a tal hostilidad constantemente, y tener que sufrir una presión para que no impartan contenidos que claramente promuevan el respeto animal. Es fundamental sobreponerse a tales presiones y no tener miedo a realizar esa labor. Por eso quiero terminar dando mi enhorabuena y mis ánimos a quienes, a pesar de todas esas dificultades, seguís adelante año tras año con esta labor, cuestionando el especismo desde sus primeras raíces.