AULA ANIMAL / PROYECTO DE EDUCACIÓN ANTIESPECISTA / aulaanimal@gmail.com

Entrevista a una familia muy especial

8 Ene 2012

Inauguramos una nueva sección de Aula animal, en este caso con una entrevista a Cathy y a su hija Annie Cass, una joven inglesa a la que desde que nació se le inculcó el respeto a los animales.

Actualmente las dos trabajan juntas para crear un santuario de animales, que será al mismo tiempo un proyecto educativo para fomentar ese respeto entre las personas más desfavorecidas de la sociedad.

AULA ANIMAL: ¿Por qué decidisteis criar a vuestra hija de forma vegana?

CATHY: Tanto Paul como yo éramos veganos y activistas por los derechos de los animales. Para nosotros era importante desarrollar la compasión en Annie y que nuestra familia fuese vegana. Pero también creemos que no se pueden forzar los valores propios en otra persona, y por eso Annie siempre tuvo la oportunidad de tomar otro camino.

AA: ¿Cómo le explicasteis los motivos para no utilizar los productos de origen animal? ¿Lo comprendió?

C: Dado que Annie creció siendo vegana, estas ideas estuvieron siempre presentes. Una vez, cuando tenía tres años, adelantamos un camión cargado con ovejas y nos preguntó a dónde las llevaban. Le respondí que las llevaban al mercado y cuando me preguntó por qué le respondí con cuidado que hay personas que comen ovejas. Me miró extrañada como si fuese la idea más absurda que hubiese oído nunca, como si le hubiese sugerido comernos a sus perros.

En la escuela nos aseguramos de que tuviese una opción vegana cuando los demás alumnos traían tartas, pero siempre fue su elección y nunca la hicimos sentir culpable. Cuando era pequeña, antes de comprender el origen de los ingredientes, probó un helado hecho de leche, un bizcocho y una tableta de chocolate, pero nunca ha probado la carne. A los cinco años le ofrecieron una tarta en el cumpleaños de un amigo y de camino a casa la abrió y me preguntó de qué estaba hecha, le respondí que de margarina y huevos. Dijo que se la iba a comer, pero luego dijo “no la quiero, soy vegana” y se la dio a un perro. Annie ha sido vegana desde entonces por elección propia.

AA: ¿Has tenido algún problema con otros padres, parientes o profesores que pensaban que estabais imponiendo vuestras ideas a vuestra hija?

C: No, mi familia sintió en ocasiones que Annie podía ser excluida, pero nosotros siempre les explicamos que les habíamos expuesto a sus profesores nuestro punto de vista. En la escuela primaria Annie tuvo una cocinera llamada Mrs Wheeler que se tomó el veganismo de Annie muy en serio. La comida de Annie siempre era mucho mejor que la del resto de compañeros y tuvo cuidado de proporcionar a Annie una alternativa vegana lo más cercana posible a la restante, como pudding de arroz, hamburguesas veganas, etc. Annie celebraba su cumpleaños todos los años y todos sus compañeros venían. Siempre se acababa la comida. Dejamos claro que éramos una familia normal -especialmente cuando entrábamos en contacto con la escuela- para asegurarnos ser tomados en serio.

AA: Permitiste a tu hija ser parte de un programa de televisión en el que se mostraba la diferencia entre la educación que recibía Annie y la que recibía un niño educado en una familia de cazadores. ¿Por qué piensas que es mejor enseñar a tus hijos a respetar a los animales, en lugar de enseñarles a cazar?

C: Todos educamos a nuestros hijos de acuerdo con nuestros valores pero, ¿quiénes somos nosotros para decidir qué valores son mejores que otros? Creo que la fuerza de nuestro enfoque era que a pesar de tener una visión muy apasionada nosotros no tratamos de forzar nuestras ideas en Annie o hacerle un lavado de cerebro. Simplemente la guiamos con el amor y la compasión que extendemos a todos los seres vivos.

Nos preguntaban frecuentemente que si nos afectaría que rechazase estas ideas, pero nosotros sentíamos que no se iba a rebelar contra algo que no le había sido impuesto. Para ella, todos los veganos eran parte de su familia y eso le dio mucha fuerza.

AA: ¿Algún consejo para futuros padres que quieran criar a sus hijos de forma vegana?

C: No hagáis que vuestros hijos se sientan culpables. Deben recibir vuestro amor independientemente de las decisiones que toman. Si les mostráis cuidadosamente por qué lleváis una forma de vida compasiva, encontrarán su sitio en ella. Dialoga con las escuelas y los profesores. No tiene sentido enfrentarse a ellos. Si los profesores te respetan, respetarán tu forma de pensar.

AULA ANIMAL: Cuando eras pequeña, ¿te sentiste excluida en algún momento por otros niños por ser vegana?

ANNIE: Me hacen esta pregunta con bastante frecuencia, ya que a veces los niños rechazan a quienes son diferentes. Pero yo nunca me sentí marginada o aislada por ser vegana. Lógicamente he escuchado comentarios despectivos, pero siempre he tenido claro por qué era vegana y me he sentido orgullosa de serlo. Esto hacía que los comentarios no me afectaran y generalmente era capaz de cambiar la forma de pensar de la otra persona. Su opinión sobre mí no me afectaba. Mi punto de vista era lo que me afectaba.

Debido a mis creencias de respeto hacia todas las formas de vida, cuando veía acoso escolar o exclusión a otros compañeros siempre me enfrentaba para proteger a la víctima. Esto hacía que fuese vista como una persona fuerte que no tenía miedo a luchar por lo que creía y se me respetaba por ello.

Respecto a la comida, tuve mucha suerte porque el menú que me proporcionaba la escuela primaria era genial. Creo que a la cocinera le gustaba probar cosas nuevas y gracias a eso mis comidas eran siempre mucho más interesantes y sabrosas que la del resto de compañeros. Esto ayudó a que otros alumnos comprendiesen que los veganos podíamos comer muy bien, pero eso también significó que yo no tenía envidia del resto o me sentí aislada, ¡porque la comida es muy importante para los veganos!

Tampoco me afectó nunca la presión del grupo o incitaciones de mis amigos para comer carne. Mis amigos en el colegio fueron muy importantes para mí y los quería mucho, el veganismo nunca supuso una barrera, pero el veganismo para mí era y será algo fundamental en mi vida.

Además de mis amigos “normales” del colegio, también tenía amigos fuera del colegio que eran veganos y mayores que yo. Eso hizo que nunca me sintiese sola, ya que siempre he tenido un grupo mayor de amigos fuera del colegio que pensaba igual que yo.

AA: ¿Cómo reaccionaban tus profesores y compañeros cuando les decías que eras vegana?

A: La reacción más habitual era la de confusión, porque no entendían qué era ser vegano o porque tenían prejuicios contra el veganismo. La respuesta más habitual era: “¿de dónde obtienes las proteínas?”, “¿no comes chocolate?”, “nunca podría ser vegano, el chocolate me gusta demasiado” Y en la escuela primaria, “soy casi vegana excepto porque como pollo y peces”.

AA: Además de ser criada de forma vegana, te llevaban a manifestaciones y concentraciones contra la explotación animal. ¿Qué recuerdos tienes de esas protestas?

A: Eran algo muy habitual desde que era muy pequeña. Como he dicho antes, algunas experiencias que para otras personas serían estresantes, para mi no suponían un esfuerzo porque tenía unas ideas muy claras al respecto. Esta forma de pensar era la fuerza que me hacía tratar de promover una forma de vida ética y elevar mi voz frente a lo que consideraba injusto.

AA: ¿Les dijiste en algún momento a tus padres que no querías ser vegana?

A: Nunca les dije a mis padres que quisiese dejar de ser vegana. Nunca se me ha pasado por la cabeza. Algunas personas me preguntan que por qué sigo siendo vegana, siendo que otros niños criados como veganos han empezado a comer carne al ser adultos. Creo que la única relación madura que siempre he tenido con mis padres ha sido la razón. Mis padres siempre han fomentado una relación basada en la comunicación y la mente abierta. Mientras que otros niños veganos se han “rebelado” y han comenzado a comer carne, yo nunca lo he considerado.

En mi crecimiento, el veganismo nunca me perjudicó, era algo de lo que me sentía orgullosa. La gente siempre da por hecho que si un niño es vegano es porque sus padres han tomado esa decisión. En mi caso eso nunca fue así. Hasta los cinco años fui vegana, obviamente por decisión de mis padres, pero cuando tenía cinco años recuerdo a mi madre diciéndome “Annie, a partir de ahora ser vegana será tú decisión, yo no cocinaré o te compraré carne, pero si alguna vez quieres dejar de ser vegana, será tu decisión y te querré igual”. A los cinco años, incapaz de valorar mis decisiones, recuerdo que confiaba en mi madre y decidí seguir siendo vegana hasta que pensase de otra manera.

Esto continuó así toda mi infancia. Cuando veía algo en una tienda que no era vegano y lo pedía, mi madre me respondía “si quieres, puedes tenerlo, pero tiene leche o carne”. Con ello no trataba de hacerme sentir culpable y nunca me soltaba un discurso completo de lo que implicaba consumir ese producto. Simplemente estaba siendo honesta, a la vez que me permitía ser yo quien tomase la decisión sensata basada en la realidad y no en la ignorancia. Al saber que algunos de los ingredientes procedían de un animal, a los que consideraba mis iguales, siempre tomaba la decisión de no comerme ese producto.

Esta forma de pensar fue parte de mi adolescencia y es parte de mí ahora que soy adulta. Gracias a esta responsabilidad ética fomentada por mis padres desde pequeña tengo las herramientas para sentirme cómoda y orgullosa de ser vegana.

Mis padres, además, siempre lucharon por ser una familia tan normal como fuese posible; por no ser algo “diferente” o “extraño”. De esta forma siempre me sentí integrada.

La gente también me suele preguntar si alguna vez me he rebelado contra el veganismo o he “hecho trampas” para comer un producto de origen animal a escondidas. Mi respuesta es la misma que cuando me preguntan por qué siempre he sido vegana: “no tengo nada contra lo que rebelarme”. Mis padres no eran los típicos padres aburridos que muchos amigos tenían. Eran personas a las que admiraba. Hablando metafóricamente, mis padres nunca fueron la pared a la que enfrentarme, porque nunca me dijeron lo que tenía que hacer. Simplemente me informaban y me permitían cometer mis errores. En vez de decirme lo que tenía que hacer, era responsable de mis decisiones acertadas y equivocadas. Por ello, si me hubiese rebelado contra algo, hubiese sido contra mi propia forma de pensar, algo que obviamente no hubiese funcionado.

El veganismo es mi opción, mi decisión, mi ética, mis creencias. Si iba a “hacer trampas”, a parte de los animales a los que hubiese traicionado, sólo me hubiese decepcionado a mí misma. Ser sincera conmigo misma y mi opinión de mí misma es más importante para mí que lo que piensen otros de mí. Mis creencias llegan hasta lo más profundo de mí, por lo tanto si hubiese “hecho trampas”, hubiese perdido todo el respeto hacia mí misma.

AA: ¿Qué recuerdos tienes sobre aquel programa de televisión en el que participaste cuando eras niña?

A: Creo que siempre es bueno proporcionarle al mundo una cara y una personalidad a la palabra “vegana” para que puedan comprender que todas las personas pueden ser veganas y seguir siendo “normales”. Otro aspecto bueno fue que me grabaron en el colegio. Al ver que la televisión estaba interesada en el veganismo, todo el colegio vio el veganismo como algo positivo y popular. El hecho de ver en la tele a una niña hablando de veganismo también ayudó a que otros niños comprendiesen qué es eso.

AA: Ahora que eres adulta, ¿qué les dirías a tus padres sobre haberte criado como vegana?

A: Les diría que he tenido una infancia perfecta y que no podría haber sido mejor. El veganismo ha traído mucha fuerza, orgullo y energía a mi vida y mi persona. Creo que para ser completamente feliz tienes que estar a gusto y orgullosa de quién eres y yo siento eso de mí misma.

Las ideas y cualidades importantes como el respeto que fomenta el veganismo se han instalado en todos los aspectos de mi vida. Por ello, trato a la gente con respeto y lucho por lo que es correcto y moral para todos, no solo para los animales.

AA: ¿Qué consejo le darías a un maestro que tiene un alumno vegano?

A: Si el colegio tiene que proporcionar alimento a un vegano siempre le diría que es muy importante que se aseguren de que su comida sea tan buena como la del resto. No sólo para que los demás compañeros no lo desprecien, sino también porque se merece algo mejor que simplemente ensaladas.

También deben entender que el veganismo es una parte importante de quiénes son como personas y es algo muy valioso e importante para ellos. Habla con él del tema. Te ayudará escuchar lo que tiene que decir y aprenderás cosas nuevas.

A CATHY Y A ANNIE

AULA ANIMAL: Estáis trabajando juntas en un proyecto llamado “Beacon Life And Learning Centre”. ¿De qué se trata? ¿Tiene algún fin educativo?

ANNIE: Además de ser un santuario de animales, el Centro Beacon tiene como objetivo la educación y el fomento de una vida ética y sana. Este santuario será el hogar de cientos de animales rescatados que necesitan un lugar seguro para vivir el resto de sus vidas sin miedo a la violencia.

También proporcionará a niños de colegios y personas vulnerables como delincuentes juveniles o niños con dificultades de aprendizaje, la oportunidad de aprender sobre los animales que conozcan, así como el lugar del que proceden y su pasado. No solo será una terapia para los humanos y los animales a través de la interacción, también nos ofrecerá la oportunidad para explicar la realidad detrás de industrias como la cárnica o la láctea. Nosotras creemos que mediante la educación y el conocimiento de la realidad sobre las vidas de millones de animales, las personas pueden tomar las decisiones adecuadas sobre las vidas que quieren llevar.

CATHY: Es un centro educativo basado en el respeto hacia todos los seres vivos sin importar su estatus, inteligencia, capacidades, pasado o especie. Tratamos de ofrecer oportunidades de aprender a personas procedentes de los sectores más marginales de nuestra sociedad, basándonos en la compasión y en los principios del vegetarianismo y el veganismo. Vamos a tratar de adquirir las instalaciones a lo largo del 2012. Puedes encontrar más información en la página web (http://www.beaconlifeandlearning.org/).