AULA ANIMAL / PROYECTO DE EDUCACIÓN ANTIESPECISTA / aulaanimal@gmail.com

Karen Flores, compañera chilena, nos cuenta su experiencia

31 Dic 2015

Desde Aula Animal compartimos en esta ocasión la experiencia de una compañera de Chile, Karen Flores.

Cuando entré a estudiar pedagogía desconocía lo poderosa de esta carrera, no dimensionaba el impacto que una profesora tiene  en el entorno en el que se desenvuelve.

Karent

Cuando me volví vegana me hice también activista y junto con eso mi deseo de poder educar y de llegar a la mayor cantidad de personas con el mensaje de que todos los animales merecen respeto y consideración se hizo algo urgente y necesario en mi vida.

Es así como muy naturalmente fui incorporando el activismo a mi quehacer pedagógico aprovechando cada espacio que la sala de clases me brindara y buscando oportunidades para poder educar e informar sobre el veganismo.

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Debo soportar algunas bromas a mis espaldas por parte de algunos alumnos pero no se compara con la riqueza de los espacios en donde puedo conversar, responder preguntas, derribar mitos, la cantidad de alumnos respetuosos y curiosos sobrepasa ampliamente a aquellos que les cuesta un poco más desprenderse de prejuicios, lo entiendo de esa forma y es que la educación especista va marcando las palabras y las acciones a los niños desde pequeños.

Guías de aprendizaje con ejemplos como: diseña las etapas de producción para un servicio de venta de comida vegana a domicilio.

Este simple ejemplo me permite poder responder la pregunta ¿Qué comen los veganos? y llegar a hablar de la verdad detrás del huevo y la leche.

También les pido  a los alumnos no utilizar materiales que tengan origen animal y la pregunta ¿por qué no puedo ocupar cuero? Me permite hablar del origen del cuero, la lana, plumas, etc.

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Siempre le digo a los veganos y veganas que aprovechen todos los espacios que tengan para educar y entregar información: en sus trabajos, en sus colegios, en las universidades, con su familia, no hay que desaprovechar ninguna oportunidad, todo espacio  y tiempo es valioso, luchamos contra la maquinaria especista que roba la vida a millones de animales a cada minuto, pero a nuestro favor está fuerza y la convicción de que esta lucha es de por vida y que nada nos puede hacer bajar los brazos.

Hace un par de semanas me visitó un ex alumno, empezamos a conversar sobre diferentes temas  hasta que de repente me dice ¡Ahora soy vegetariano profe! Me puse muy feliz, pero eso no era todo, continúa hablando y me dice: ¿se acuerda que una vez usted me anotó varias páginas y links de videos para ver? Lo hice y por eso soy vegetariano, ahora quiero más información porque quiero ser vegano.

Son estos momentos los que me llenan, me emocionan y me confirman que no puedo descansar y que no debo dejar de creer que un mundo considerado, empático y  respetuoso es posible para todos los animales.