Yolanda Nuño nos cuenta cómo desarrolló su sesión de trabajo dentro del curso “El respeto a los animales en las aulas” que se ha estado desarrollando estos días en Teruel. Os dejamos a continuación su relato.
En la tercera sesión lo que intenté fue recoger aquellos aspectos que me parecían importantes en cuanto a la transmisión del respeto a los animales (en las aulas o fuera de ellas) y que por falta de tiempo no podían ocupar una tarde completa. Por eso comencé, explicando en qué consistía la interseccionalidad y que la perspectiva necesariamente debía partir de ese concepto (mirada global a las distintas discriminaciones y privilegios según las categorías sociales que nos construyen como sujetos).
A través de una pregunta abierta (¿qué harías para trabajar el respeto….?) lo que intenté fue poner de manifiesto que hay básicamente dos formas: a través del desarrollo de actividades / a través de procesos. Aunque en general, nos vamos a encontrar con opiniones diversas, es más probable que exista un mayor rechazo o que ciertos valores no sean aprehendidos de una forma profunda si utilizamos tan solo actividades independientes (aquí hablé de la disonancia cognitiva y puse un pequeño vídeo de «El profesor”).
El objetivo (que transciende el respeto a los animales) no puede ser otro que la formación de alumnado o de personas críticas y activas con respecto a su entorno, capaces de analizar y tomar decisiones de una manera responsable, contribuyendo a la construcción de una sociedad libre de violencia y armoniosa en lo posible.
Así, enlacé con otras formas de entender el proceso de enseñanza-aprendizaje (innovación metodológica). Me centré en la metodología Design for Change aprovechando que el Centro de Educación Especial Los Ángeles de Badajoz, con su proyecto «No al maltrato animal» ganó la convocatoria del 2016 en España. Tras explicar en qué consistía Design for Change (proyecté vídeo sobre su creadora y el caso de un cole de la India, ya que nace en ese país) y los pasos necesarios para desarrollarlo, practicamos el primero de ellos (SIENTE).
Design for Change es una forma de empoderar al alumnado, concebida para personas de 8 a 15 años que desarrollarán un proyecto de acción en una semana, pero es fácilmente adaptable a otros tiempos, edades y contextos. A través de esta metodología, hacemos consciente al alumnado de que puede llevar a cabo actuaciones que cambien su entorno. Las fases que se trabajan son: localización de aquello que queremos cambiar (algo concreto y cuanto más acotado mejor), pensamos estrategias, concreción de esas estrategias a través de acciones que llevamos a cabo, difusión y evolución (evaluación y evolución).
En relación con esto comenté brevemente la experiencia del Cuarto Hocico, ya que César Bona no ha hecho más que buscar el cambio en el entorno de su alumnado convirtiéndoles en protagonistas a través de una metodología que coloca a estas personas en el centro y no al docente. Llevó el aula a sus casa, el aula al Ayuntamiento, el aula al resto del mundo a través de iniciativas distintas y de las redes sociales.
Nos ponemos en marcha:
•En grupos y utilizando rotuladores de colores y posit, cada integrante responde a esta pregunta por escrito: ¿Qué te llama más la atención, en relación al maltrato animal o a los derechos de los animales, en tu entorno inmediato? ¿Qué cuestiones te provocan una mayor preocupación, te afectan o despiertan tu interés? Nos referimos a hechos que observan, leen, viven en su realidad (no a opiniones o pensamientos).
•Tras unos minutos (5-10 minutos), cada persona sale y tras leer en alto sus posits, los coloca de forma desordenado en una parte del papel de estraza que previamente se ha pegado en la pared a modo de gran mural.
•Cuando todas las personas han leído y pegado sus ideas, todos los grupos se unen para ordenar esos posits en una nube más general, iniciándose un momento de debate y búsqueda de consensos. Esa nube tiene que concretarse en un folio que resuma en una frase con sujeto y predicado todos los posits que se han incluido dentro (por ejemplo, «muchos perros y gatos son abandonados»). 15 minutos.
•Es el momento de decidir con qué foco de interés nos quedamos. Una de las posibles formas de elección (la más sencilla), es que cada persona salga y marque con una cruz las dos ideas que le parecen más acuciantes o sobre las que le apetece más actuar. Las dos nubes con mejores resultados vuelven a ser votadas en una segunda ronda. De esta forma, obtendremos aquello a partir de lo que vamos a pensar acciones que cambiarán esa situación.
Nos quedamos en el paso previo a la votación, que será lo que haremos en otra sesión.